El día en que la Iglesia abandonará la tierra – Pablo Sparta

La Iglesia es una nave: transita por este mundo pero su destino es la eternidad. Es por eso que la Iglesia abandonará este mundo.

La escatología es la parte de la teología que estudia “los últimos tiempos”, las profecías que hablan sobre el futuro de la humanidad y el universo. Es particularmente dificultoso pues hay mucho que puede interpretarse de diferentes maneras y de hecho, hay variedad de posiciones sobre muchos eventos.

El hecho de que la Iglesia abandonará este mundo para estar con el Señor es uno de los hechos seguros e indiscutidos por casi la totalidad de las corrientes de interpretación bíblica.

Ahora ¿cómo y cuándo ocurrirá esto?

Cómo ocurrirá

1 Tesalonicenses 4:15-17 Nueva Versión Internacional

15 Conforme a lo dicho por el Señor, afirmamos que nosotros, los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor, de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto. 16 El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.

El Señor vendrá en un momento a buscar a los suyos y TODA la Iglesia será “arrebatada” (tomada, transportada) para que esté con El para siempre. Cuando decimos TODA incluimos a los que estén vivos en ese momento más todos los que ya han fallecido en el Señor desde el principio de los tiempos. Para eso, en forma inmediatamente anterior, todos los creyentes muertos resucitarán y, junto con los vivos, subirán a estar con Cristo.

1 Corintios 15:52-53 Nueva Versión Internacional

52 en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, al toque final de la trompeta. Pues sonará la trompeta y los muertos resucitarán con un cuerpo incorruptible, y nosotros seremos transformados. 53 Porque lo corruptible tiene que revestirse de lo incorruptible, y lo mortal, de inmortalidad.

Este pasaje revela un poco más la calidad del cuerpo que tendrán los cristianos al final de los tiempos. Se trata de un cuerpo “incorruptible” también llamado “cuerpo celeste” y “cuerpo espiritual”. Se trata de un cuerpo al que la muerte no le afecta, es decir, un cuerpo como tiene el Señor Jesús luego de resucitado… ¡un cuerpo maravilloso, eterno, poderoso, indestructible!

Los muertos ya resucitarán con ese cuerpo. Y luego, los que estén vivos, serán “revestidos” o transformados para tener ese cuerpo, es decir, el cuerpo “terrenal” se transforma en el cuerpo “celestial”. Ya con ese cuerpo que “resiste la eternidad” seremos llevados el mismo lugar donde está Jesús, disfrutando de Su presencia por siempre.

Cuándo ocurrirá

Todos coincidimos que será en el futuro. Pero algunos entienden que será en un determinado tiempo futuro y otros en otro.

Una creencia popular

Hay una creencia muy popular que dice que la Iglesia será arrebatada en forma invisible, sin que nadie lo vea. A este acto lo llaman “el rapto secreto”. Seguramente habrán visto en películas que en un instante, las personas desparecen y caen las ropas al suelo al desaparecer el cuerpo que las sostenía… Luego de eso, vendría un tiempo muy difícil llamado “la gran tribulación”. Es decir, que según esta forma de interpretar, la Iglesia sería llevada de este mundo para evitarle pasar por ese gran sufrimiento.

Una consecuencia indeseada de esta forma de pensar es creer que Dios siempre librará del sufrimiento a los suyos. El Señor no permitiría grandes calamidades a los creyentes, sino todo lo contrario, les dará victoria y prosperidad. Y cuando la Iglesia es arrebatada, la prosperidad y la bendición se iría con ella y por eso vendría la gran tribulación.

A todo esto, la gente que queda en la tierra no ve a Jesús llevándose a la Iglesia, así que ni se enteran de qué pasó.

Nuestra interpretación bíblica

Nos vamos a hacer dos preguntas ¿es verdad que será invisible el arrebatamiento de la Iglesia? y ¿la Iglesia se librará de la tribulación?

1. ¿Es verdad que será invisible el arrebatamiento de la Iglesia?

1 Tesalonicenses 4:16-17 Nueva Versión Internacional

16 El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.

La expresión “con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios” no nos da idea de secreto sino todo lo contrario: un anuncio muy estruendoso del evento más glorioso de todos los tiempos, el regreso de Cristo.

Lucas 17:24-34-37 Nueva Versión Internacional

24 Porque en su día el Hijo del hombre será como el relámpago que fulgura e ilumina el cielo de un extremo al otro.[…] 34 Les digo que en aquella noche estarán dos personas en una misma cama: una será llevada y la otra será dejada. 35 Dos mujeres estarán moliendo juntas: una será llevada y la otra será dejada».

37 —¿Dónde, Señor? —preguntaron.

Donde esté el cadáver, allí se reunirán los buitres —respondió él.

Este es el relato que hace el mismo Señor Jesús detallando que esa selección que hará para llevarse sólo a los suyos será precedido de un evento MUY notorio y visible: un relámpago que ilumina todo el cielo de punta a punta.

Apocalipsis 1:7

¡Miren que viene en las nubes!

Y todos lo verán con sus propios ojos,

incluso quienes lo traspasaron;

y por él harán lamentación

todos los pueblos de la tierra.

¡Así será! Amén.

El descenso del Señor será visto por todos, incluso los NO creyentes (quienes lo traspasaron).

Si pensamos de esta manera, que no será secreto sino público, no podemos pensar que el mundo siga adelante luego de un acontecimiento tan relevante. A partir de ese momento, se desencadenan todos los eventos del fin. Esto nos lleva a nuestra segunda pregunta.

2. ¿La Iglesia se librará de la tribulación?

La respuesta es si y no. Si será protegida, pero no será librada de pasar por la tribulación. Veamos que dice la Biblia.

2 Tesalonicenses 2:3-4 Nueva Versión Internacional

3 No se dejen engañar de ninguna manera, porque primero tiene que llegar la rebelión contra Dios y manifestarse el hombre de maldad, el destructor por naturaleza. 4 Este se opone y se levanta contra todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de adoración, hasta el punto de adueñarse del templo de Dios y pretender ser Dios.

Esta es una palabra para la Iglesia: no nos dejemos engañar, Jesús no vendrá antes de la gran confrontación y calamidad que traerá el “hombre de maldad”, especialmente para la Iglesia.

Mateo 24:21-24 Nueva Versión Internacional

21 Porque habrá una gran tribulación, como no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá jamás. 22 Si no se acortaran esos días, nadie sobreviviría, pero por causa de los elegidos se acortarán. 23 Entonces, si alguien les dice a ustedes: “¡Miren, aquí está el Cristo!” o “¡Allí está!”, no lo crean. 24 Porque surgirán falsos Cristos y falsos profetas que harán grandes señales y milagros para engañar, de ser posible, aun a los elegidos.

Estas son palabras del mismo Jesús a sus discípulos, es decir, a Su Iglesia: el NO volverá antes de esa gran tribulación… vamos a tener que pasarla. Pero el estará atento para que esa tribulación no pase el límite, acortando su duración.

De esta manera el Señor Jesús nos alerta, no para que tengamos miedo, sino para que seamos valientes y no busquemos puertas para escapar de nuestra misión: aunque cueste, aunque haya tribulación, la Iglesia nunca se detendrá. Y Dios cuidará de todo para que lleguemos a buen puerto.

En resumen

Jesús viene a buscar a Su Iglesia y esto en inminente… ¡puede desencadenarse en cualquier momento! Debemos estar siempre listos para trabajar y aún sufrir por el Señor, no pensando tanto en nuestro bienestar terrenal sino en nuestra misión… y con nuestra misión cumplida ¡iremos a disfrutar del bienestar celestial!

En cuanto a las señales previas a la venida del Señor… ¡diremos que este es un tema que por su extensión lo dejaremos para otro estudio!

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